Abuela Juli

Julia Gay Madariaga 
Todo empezó el cuatro de Julio de 1925, año en que nació Julia Gay Madariaga, Abuela Juli, mi madre. Natural de un pueblecito de la cuenca minera de Vizcaya, La Arboleda, exactamente en el barrio de Burzaco, hoy prácticamente desaparecido. Ella, como ella muchas de nuestras madres y abuelas,hijas de la guerra, desde muy jóvenes su escuela fue trabajar y estudiar, como decía mi madre: “Las cuatro letras”. 

Estoy seguro que muchas de las recetas que vas a ver aquí son muy parecidas a las que te hacían tus padres o abuelos. A la abuela Juli la encantaba cocinar, era su pasión, nunca se achantaba cuando le decía: “Ama traigo a cuatro a comer”; ella me contestaba: “Anda corre donde Paco (gallinero en la casa de al lado) y compra una docena de huevos”. Qué receta más sencilla, aquellos huevos fritos con hogaza del pueblo. ¿Os acordáis? 

También he de hablar de mi padre, el abuelo Miguel Martínez Díaz. ¡Que  importante era el abuelo!. Nació en Sestao, Vizcaya, aunque él estaba muy orgulloso de ser descendiente de Mendavia, pueblo de la Ribera del Ebro, en Navarra, villa de las grandes conservas de melocotones, pimientos y espárragos. También él fue responsable de meterme el gusanillo de la cocina en la sangre. 

Y aquí aparezco yo, Teo. Desde muy pequeño me acercaba a los fogones, mejor dicho, a la chapa de leña y carbón. ¿Os acordáis de chapa de leña y carbón? Íbamos a escarbar a las escombreras de Altos Hornos a buscar el cok (el resultado del carbón usado en el horno), para llevarlo a casa y poder calentar la chapa y poder hacer la comida. 

Lo primero que aprendí a cocinar, en un pueblecito de Burgos, Quisicedo, fue prepararme una maravillosa “leche con sopas”; aquella leche recién ordeñada, esas lascas de pan de hogaza, esa cucharada de azúcar (nunca olvidaré ese sabor) y ese olor de la casa del pueblo. Sin lugar a duda, esa fue mi primera receta. 

Nuestras vidas están llenas de momentos fantásticos e inolvidables con nuestros seres queridos y la mayoría de ellos alrededor de una buena comida. No puedo dejar pasar esos “caracoles en salsa” que hacia mi padre; les decía a mis amigos: “Mi padre hace unos caracoles, que a cada uno le pone un trocito de jamón”. ¡Eh Kito! ¡Cuántas veces no habremos contado esta anécdota! 

O esas” patatas a la riojana” en el cortijo de José Antonio, en Lanjarón. Todavía  se conserva el barril de cerveza que mi padre preparó, con su tapa y todo, para hacer ese, su plato estrella. Podría seguir contando mil anécdotas de los dos,seguro que muchos de vosotros podríais recordar cientos de historias de vuestros padres y abuelos cocinando para nosotros.

Me gustaría dedicar este blog a todos los padres, madres y abuelos, porque ellos son los que nos han hecho ser lo que hoy día somos. “GRACIAS A TODOS LOS ABUELOS DE LOS ABUELOS DE HOY EN DÍA”.

12 comentarios:

  1. BRAVO, POR ESOS ABUELOS Y MUCHAS GRACIAS A TODOS ELLOS.

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  2. Bravo! !! Que idea tan bonita. Ánimo

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  3. Bravo! !! Que idea tan bonita. Ánimo

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  4. ¡Qué emocionante! Deseando estoy leer la siguiente receta ¿Porque no te quedarás solo en el flan de huevo? Abrazos.

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  5. Una idea maravillosa y preciosa y una forma de mantener una llama viva por todos nuestros mayores y sus vivencias junto a nosotros. Mucho ánimo Teo

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  6. Muy emotivo, ánimo y colgar recetas.

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  7. Teo, no dejas de emocionarme y de animarle y de llenar de vida todo lo que tocas. Bravo! Gracias por tener siempre presentes a nuestros mayores!

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  8. Espero que ésta sea sólo la primera de otras muchas. Mucho ánimo amigo, las probaremos todas!!

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  9. Teofi, ¡dale garrote que vas bien!
    Lo de los caracoles doy fe que es cierto.

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  10. Ánimo Teo!
    Yo quiero la receta del flan. Y probarlo cuando vengas a Bilbao

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  11. Tira palante con esas recetas. A ver si las catamos.

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  12. Hola Teo, yo recuerdo esos huevos fritos en vuestra casa de una manera muy especial. La abuela Juli siempre será un referente para mí.

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